la producción incrementada de radicales libres puede conducir a daños oxidativos, que también afectan al sistema inmunológico y genes para ser activados. Esta puede ser una situación durante y después de la actividad física. Es decir, durante el entrenamiento de alta intensidad, la absorción de oxígeno en los músculos activos se incrementa hasta 20 veces, mientras que el flujo de oxígeno en los músculos activados se puede aumentar incluso hasta 100 veces. En consecuencia, se forman grandes cantidades de ROS.
Asimismo, la producción de ROS se incrementa en caso de lesiones del músculo esquelético. Si los radicales libres se forman en cantidades que exceden la capacidad de defensa de nuestro sistema antioxidante, esto provoca estrés oxidativo en nuestro cuerpo. Y cuando un
cuerpo se inflama de manera crónica, una serie de condiciones negativas y potencialmente perjudiciales puede resultar